La luna, testigo mudo de la noche, se asoma entre las nubes errantes, y las estrellas son reflejos de sueños, luceros de lo que alguna vez fue.

Camino entre sombras y susurros, en la soledad de este vasto paraje, y cada paso me acerca a la verdad que la naturaleza guarda con amor.

  • José de Espronceda